Después de un par de días en los que ni he podido, ni he tenido el ánimo suficiente para escribir el post que
se me borró al irse la luz, en el que contaba como había transcurrido el puente para mi, aquí estoy, con el
Word preparando lo que será el post de ese largo puente también conocido como…
El Puentazo (aquí iba un efecto sonoro de “ta-chan”, pero me he quedado sin presupuesto).
El puente realmente empezó el martes de la semana pasada, concretamente el
martes 5, aunque no comencé a disfrutarlo hasta la mañana del
miércoles 6 cuando, a pesar de no levantarme muy tarde, el despertador no sonó como cada mañana a las 7:05, y eso, amiguitos míos, es un auténtico gustazo. Ese miércoles fue cuando cogimos (palabra malsonante en Suramérica, perdón si alguien me lee desde aquellas latitudes) el coche (traducción para los lectores que puedan leerme al otro lado del charco “
agarramos el carro”) dirección a
Valencia, la ciudad natal de mi niña y/o princesa. La verdad es que esperábamos tráfico por ser operación salida y demás, pero debió ser que entre unas cosas y otras terminamos saliendo casi a las 13h. para que la carretera se encontrara de lo más despejada en realidad, en ese sentido tuvimos un viaje de lo más placentero, del miércoles poco más puedo contar que sea de interés, porque supongo que si cuento que esperé a que mi novia se durmiera para levantarme para ir a jugar a la
playstation 2 hasta altas horas de la madrugada, eso no será de interés, ¿no? Bueno, el caso es que llegamos al
jueves, día en el que me hubiera gustado ir a
Olocau del Rey para reunirme con
Peasho y
Arale, cosa que al final no sucedió y es que uno no es precisamente muy rico y ese viaje me hubiera supuesto un desembolso de no menos de 70€, algo insignificante para ciertas economías pero no para la mía, pero no me quedé con las ganas de quedar con algún
blogger, bloguera en este caso,
Bego fue la “víctima”, como la otra vez todo muy bien, es un encanto la chica esta, de verdad que sí, incluso me protegió (no sé si voluntariamente) de una dependienta exaltada de la cual existen amplias sospechas de tomar sustancias dopantes. Ni que decir que el jueves acabó igual, exactamente igual que el miércoles.
Bego, Connecting BloggersEl
viernes habíamos con mi cuñado (el hermano de mi novia) en
Alcoy que es donde actualmente esta residiendo él, la culpa de que esto sea así habría que preguntársela a su novia.
Alcoy es un sitio complicado de definir en el sentido de que ni es un pueblo, ni es una ciudad, tal vez un pueblo grande o una ciudad pequeña, pero la verdad es que esta bien, lo que nos dio tiempo a ver (que fue más bien poco) estuvo bien, en otra ocasión iremos con más tranquilidad en plan turistas, en este viaje se trataba de comer con la familia de la novia de mi cuñado y que nos enseñaran el piso que se han comprado y que están reformando para ser su futuro nido de amor, jejeje, la verdad es que muy bien, una vez se quede reformado se les quedará un piso de lo más amplio.

Y llegamos al capítulo del
sábado, ese día había quedado en
Peñíscola con un amigo el cual no veía desde aproximadamente diciembre de 1987 o en su defecto enero de 1988, vaya, desde que teníamos apenas 10 años ambos, ya hablé de él en
otra ocasión (concretamente cuando acababa de cumplir 30.000 visitas, la mitad de las que llevo ahora), hablaré ahora un poquito de mis impresiones al volverme a encontrar con él, pero si queréis leer las suyas es tan fácil como meteros en el blog de
Dragoncete. La verdad es que tenía los recuerdos un tanto borrosos acerca de él, recordaba aproximadamente como eran sus ojos y ciertas imágenes, pero como él ha dicho en su blog, lo que más recordaba era que había un extraño vínculo entre nosotros y eso a pesar del paso del tiempo creo que no se ha perdido, es curioso pero se parece mucho (aunque en un formato mucho más inteligente y vivo) que el que fuera mi primer amigo en tierras murcianas, también un
friki de pro, jejeje, pero bueno, como dicen, cada persona es un mundo. Para no alargarme más de lo preciso comentar lo bien que estuve y creí detectar que a pesar de la complejidad de la situación (esto es algo que nunca me había pasado), hubo un
feeling que se puede aprovechar de cara al futuro, sí, sí. Por cierto, su novia encantadora, la verdad es que tampoco había pensado demasiado en como iba a ser ella (estaba tan centrado pensando en él, jejeje), el caso es que creo que ha encontrado una gran persona para compartir la vida, como él dice (y yo también, jejeje), es una persona con suerte.
Y esto es todo, ya que el
domingo poco que contar tuvo. Supongo que me podría haber extendido más, pero no pretendía que nadie se durmiera así que creo que va siendo hora de ir poniendo un punto y final a este post, así que ahí va
.