Vamos a imaginar
Vamos a imaginar una historia. Imaginemos que hay un chico con un trabajo en una empresa grande, bien posicionada y con mucho "mamoneo" interno de propina. Sigamos imaginando, imaginando que ese chico no esta mal situado del todo en esta siendo un obrero más, nada de cargo directivo, ni jefe de nada, pero esta bien y trabaja codo a codo con su jefe inmediato confiando este último en él. Este chico además tiene un buen sueldo, estabilidad laboral, apenas tiene agobios laborales y existen perspectivas de crecimiento en la empresa para él. Pero su trabajo no le entusiasma y además empieza a pensar que no le compensa ir a trabajar tan lejos, ya que la empresa grande no esta muy cerca de donde él vive.
Imaginando como estamos ahora vamos a imaginar otra empresa, más pequeña, "familiar" que dirían algunos, el caso es que esta empresa esta creciendo pero ni mucho menos esta en el nivel de la empresa del chico, pero tiene varias cosas que llaman la atención, el horario es el normal de oficina con una excepción, los viernes por la tarde no se trabaja, por otro lado el sueldo inicial es prácticamente el mismo que la empresa grande donde ahora trabaja, al cabo de un año ese sueldo inicial se incrementaría un 20%, la empresa está en el mismo pueblo donde vive el chico (de hecho está muy cerca de su casa) a diferencia de la empresa grande, imaginemos que actualmente cada mes se gasta en gasolina unos 150€ por este motivo.
Desarrollando un poco esta historia, y aunque se adivina, este chico que trabaja en la empresa grande hace una entrevista para trabajar en la empresa "pequeña pero cariñosa", y resulta que pasa a la siguiente fase, esa dónde se entablan las últimas conversaciones, algo así como cuando los futbolistas cuando tienen un acuerdo con el club de destino, entonces ahora es cuando toca imaginar más que nunca en esta historia y tratar de adivinar si esta historia tendrá un final feliz o no...Mientras tanto lo vais pensando, os dejo este botón para que os ayude a dilucidar esta duda.
Un granito de Dammy a las 12:38 p. m.
11 Dejaron su granito de arena...
Que este chico se lance de cabeza a por el nuevo curro.... si con la edad que debe de tener ahora no lo hace..... que espera? a ser más mayor y menos atrevido?
Sigua pensando que el tiempo no se detiene.
Oio!!
¡Qué te vaya bonito!
Ya nos contarás...
Besitos.
Suerte!!!! si es de verdad lo que quieres. A la piscina de cabeza y si no sale.... vuelva a intentarlo.
Bss
Jajajajaja...peasooo pedo!!!
Yo cambié mi trabajo en Barcelona por otro en el pueblo de al lado del mío... ¡y de momento he acertado de pleno! No hay que tenerle miedo a los cambios. Siempre se saca algo bueno de ellos. Un besito
Le transmitiré a este chico vuestros apoyos. Según tengo entendido él no tiene demasiado miedo al cambio, creo que es un poco inconsciente, aunque él asegura que de tener miedo no daría el paso de intentar cambiar.
Un blogsaludito.
yo digo que se lance!!
Pues el chico creo que lo tiene bastante claro pero, como dicen por arriba, no se decide a lanzarse. Yo digo: que no le frene el miedo. No?
Yo le diría que se lanzase de cabeza, que si las expectativas que ha visto en la empresa pequeña le satisfacen, es miel sobre hojuelas.
Ahora es momento de saltar de árbol, de cambiar de lugar y empezar a ganar desde ya en calidad de vida (porque en 2 años la calidad de vida le subirá un cojón, con la casita de marras ;-P)
Suerte, campeón.
La verdad es que ese chico que digo no tiene compañeras que se rasquen la tetilla en su cara, supongo que si la tuviera tal vez hasta se hubiera planteado marcharse hasta antes y todo. ;-)
Yo creo q la cosa está muy clara... Si el trabajo es el mismo, ganando igual, aunque con posibilidad de aumento de sueldo con el tiempo, y está al lado de casa... La balanza se declina hacia trabajo en empresa pequeña...
Besotes
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