martes, octubre 21, 2008

Un minúsculo relato

Seguimos con los mini relatos...


Y estando ahí de pie, no sé muy bien como, empecé a empequeñecer, primero me volví del tamaño de un paraguas, seguí disminuyendo y me hice del tamaño de un zapato, no había descanso en mi reducción volviéndome pequeño como un botón, luego como una pulga, más adelante como un óvulo, como una ameba, una célula, un espermatozoide, una bacteria menor, un gen, llegué a ser tan inmensamente pequeño que era imposible que nada ni nadie me 

pisara porque no se me podía pisar, tan increíblemente minúsculo que para mi estar encima de un gen era como estar encima de Saturno, tan inconcebiblemente pequeño que ni si quiera había comida posible para alguien como yo, fue en esos momentos cuando pensaba que posiblemente terminaría muriendo, y no desapareciendo como pensé en algún momento, ya que sorprendentemente llevaba varias horas disminuyendo y siempre había posibilidad de reducirme más y más… y más, sino que temía morir de inanición.

Sospeché que mi final podría estar cerca cuando todo empezó a oscurecer poco a poco, hasta volverse todo negro, completamente oscuro, y mi cuerpo se puso a flotar, pasaron unos minutos hasta que pude divisar una luz, primero pequeña aunque cada vez más grande y cercana, a la que cada vez se le unían más luces, unas luces pequeñas pero muy luminosas y cálidas, maravillado por todo lo que me rodeaba tardé en darme cuenta que no eran esas luces las que se hacían más grandes sino que era yo quien seguía reduciendo mi tamaño cada vez más y cada vez incluso más rápidamente, tan rápidamente que cuando vine a darme cuenta estaba de pie de nuevo, con el mismo tamaño que el resto de la gente y con el sol alumbrándome desde el cielo. 

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4 Dejaron su granito de arena...

Blogger Bego desde el desierto dijo...

desde luego... ya no sabes que hacer para que te llamemos estrella!

mar oct 21, 08:59:00 p. m. 2008  
Blogger Chasky desde el desierto dijo...

Lo que molaría es controlar nuestro tamaño según nos apeteciera.

Imagínate en la cantidad de sitios que te podrías colar.

mar oct 21, 09:02:00 p. m. 2008  
Blogger Inés Perada desde el desierto dijo...

¿Y que te crees, mi querido Dammy, que es la muerte?
Quedarse pequeñito, pequeñito hasta reducirse a lo mínimo....

jue oct 23, 09:32:00 a. m. 2008  
Blogger loquemeahorro desde el desierto dijo...

¿Has visto El Increíble Hombre Menguante? Me encantó esa peli, y acaba con una reflexión muy similar.

Eso sí, tienens un pedazo de sofá! (es que el mío es una castaña pilonga)

Por cierto soy una triste pedigüeña que anda por ahí solicitando votos en el concurso del 20 min.

Si quieres, visita mi blog y si me votas, pues me consolaré de tener un sofá en vías de extinción.

http://loqueahorroenpsicoanalisis.blogspot.com/

mié oct 29, 04:36:00 p. m. 2008  

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