Mi sofa

No soy más que una persona más entre 6000 millones
Un blog del creador del Suicida en Serie y de Aquellos Maravillosos Goles


Y estando ahí de pie, no sé muy bien como, empecé a empequeñecer, primero me volví del tamaño de un paraguas, seguí disminuyendo y me hice del tamaño de un zapato, no había descanso en mi reducción volviéndome pequeño como un botón, luego como una pulga, más adelante como un óvulo, como una ameba, una célula, un espermatozoide, una bacteria menor, un gen, llegué a ser tan inmensamente pequeño que era imposible que nada ni nadie me
pisara porque no se me podía pisar, tan increíblemente minúsculo que para mi estar encima de un gen era como estar encima de Saturno, tan inconcebiblemente pequeño que ni si quiera había comida posible para alguien como yo, fue en esos momentos cuando pensaba que posiblemente terminaría muriendo, y no desapareciendo como pensé en algún momento, ya que sorprendentemente llevaba varias horas disminuyendo y siempre había posibilidad de reducirme más y más… y más, sino que temía morir de inanición.

Veo a la gente a mi alrededor igual, siendo esclava de los favores, aquel de ahí porque tiene trabajo gracias a un conocido al que él llama amigo, amigo que en estos momentos se dirige a donde esta él para pedirle su furgoneta “para ir a comprar al Ikea”, la otra porque tiene sillas en casa porque su vecina, la del quinto, se las ofreció a cambio de que cuidase de su hijo cuando salía del colegio, por supuesto darle la merienda al niño iba incluido implícitamente en el paquete.Etiquetas: bomba, Boom, terror, terrorista
Los niños jugaban a atrapar la luz corriendo por el césped, naturalmente lo hacían con sus ligeros pero fuertes cazamariposas en las manos, correteaban de un lado a otro entre carcajadas mientras los padres observaban la escena con una amplia y satisfecha sonrisa de felicidad. Todo esto ocurría en su inmenso y lujoso adosado llamado pobreza.Etiquetas: cadena ser, mariposas, niños, relatos en cadena