Más vale tarde...
... que nunca. Ya, ya sé que he tardado en escribir, pero han habido varios motivos por los que no lo he podido hacerlo antes, entre ellos hay algunos muy justificables, otros menos justificables y algunos tan poco justificables como la pereza, pero bueno, vamos a ver si me pongo y os narro que tal me han ido estos días de vacaciones, desde que el Sábado pasado me fuera a Madrid (saliendo desde Valencia). Salimos de Valencia en torno a las 9 de la mañana camino del parque Warner de Madrid, allí llegamos aproximadamente a las 12h. de la mañana y bueno... las actuaciones las vimos todas, que si Arma Letal, que si Loca academia de policías 2 y sobre todo, sobre todo Batman Begins, con batmóvil y todo, eso sí, en lo único en lo que nos montamos fue los coches locos y es que a mi chica no le van las emociones fuertes, a mi un poco más pero tampoco era un día en el que me apeteciera montar en nada así que no lo hice/hicimos. Una vez ya por la noche, en torno a las 21h. ya llegamos a la casa de mi madre donde tras poco después de la cena nos fuimos a dormir. El Domingo, un día tranquilo, mi madre tiene allí en su casa de la sierra de Madrid (donde vive) una granja con gallinas, pavos reales, palomas, perros y recientemente hasta un caballo, por no hablar de la empresa que tiene de cabras, cabrones y cabritos, y en este día lo dedicamos a esto, a los animales, a verlos y grabarlos en vídeo (si tengo ocasión ya os los mostraré, ya veremos si puedo) y en fin, un día muy animal.
Ya era lunes y 12 cuando cogíamos el avión con destino a Lisboa, salía a las 15:35 y llegaba a Lisboa a las 15:45, no sé si seréis observadores pero entre las dos horas apenas hay 10 minutos, y es que en Lisboa, como en las Islas Canarias hay una hora menos. Al llegar al aeropuerto nos pusimos en la cola para coger un taxi (allí, como en mi pueblo, el 90% de los taxis son Mercedes... aunque allí tengan más años que la primera película de María Antonia Abad Fernández), al final del viaje 6€ para el taxista que nos dejó en la misma puerta del Hotel de 5 estrellas, todo hay que decirlo, en el que nos alojaríamos los próximos 2 días, gratis, por seguir diciéndolo todo. Una vez dejadas las cosas en el hotel y con el plano que amablemente nos habían dado echamos a andar hacia el centro histórico de la ciudad (el hotel se encontraba en el centro comercial de la ciudad), al principio todo bastante normal, aunque ya habían varias cosas empezaban a llamar poderosamente nuestra atención, por un lado que un altísimo número de vehículos que circulaban por la ciudad eran taxis (Mercedes básicamente), por otro lado el tráfico no era nada del otro mundo, es decir, el tráfico de allí se asemejaba mucho más al que nos pudiéramos encontrar en una ciudad como Murcia que al de una capital de país como es Lisboa y otra de las cosas que nos llamaron la atención era que había banderas de Portugal por todos lados (hasta vimos un edificio prácticamente forrado con la bandera roja y verde de Portugal), en un principio esto lo achacamos al hecho de que se estuviera jugando el mundial, poco más tarde y pese a que el mundial se sigue con igual o más fervor allí (en los autobuses de línea se podía leer en el cartel luminoso de delante "Carris com la seleçao") que aquí, nos enteramos que por casualidades de la vida habíamos llegado a Lisboa... ¡el mismo día de su fiesta nacional! Aunque de eso nos enteraríamos un poco más tarde, cuando preguntamos ya en la zona histórica a una chica en una caseta de turismo en la que se aprovecha para, además de informar, vender diferentes "souvenirs", el caso es que la chica además de decirnos lo de la fiesta nacional también nos ayudó a trazar una ruta para los próximos dos días.
En primer lugar visitaríamos el barrio de Alfama, donde se encuentra el Castillo de San Jorge (o Castelo de San Jorge), aunque antes de visitar el castillo y subiendo la cuesta (y vaya si costaba) nos paramos a eso de las 18:30 en una terraza con un mirador precioso para descansar y tomar algo fresquito, mientras estábamos ahí sentados íbamos viendo como alrededor nuestro, por las calles se iban montando chiringuitos, fuegos a la brasa en el que se asaban pescados (preferentemente sardinas) y carnes varias, y es que esa noche según los lugareños, no se acababa, por lo visto se tiran hasta altas horas de la madrugada, de hecho hay quien amanece comiendo sardinas, el caso es que estábamos tan a gusto ahí en la terracita que, al ver que los de la mesa de en frente se estaban comiendo un extraño bocadillo de algún tipo de carne que no llegué a descubrir cuál era, llamamos al camarero el cual era un poquillo soso, pero nos entendía hablando en español, como casi todo el mundo allí... y es que el portugués es muy sencillo de entender, sinceramente creo que en unos pocos meses yo podría estar hablándolo de vivir allí, claro, el caso es que le dijimos al camarero ese que queríamos cenar (eran aproximadamente las 19:30, lo sé, pronto, pero es que estábamos bien, teníamos hambre y más tarde podríamos comer algo en esas barbacoas callejeras) y nos trajo las cartas, bien, pero yo quería comer ese extraño bocadillo de carne que se estaban comiendo los de la mesa de al lado y así se lo hice saber al camarero, al igual que él me hizo saber que no quedaba más "de eso", así que la primera en la frente. Ya no sé si por vergüenza o por hambre nos quedamos a cenar, mi chica más "pescadera" que yo se comió un bacalao a la brasa (y es que nos habían hablado maravillas de este pescado), yo me comí un entrecot a la brasa de esos que te los comes y dices "bueno, he comido mejores", será que allí el aceite de oliva será algo que cuentan, esta al otro lado de la frontera, el caso es que cerca de las 20:30 ya estábamos cenados y bien cenados, preparados para empezar a dar vueltas, empezar a ver precios, 12 sardinas a 10€, refrescos a 1€, cervezas a 1'5€, y la gente (mayoritariamente joven) comiendo, comiendo, COMIENDO, la verdad es que no me extraña, por esos precios yo todavía estaría en ello. El caso es que estuvimos un buen rato por ese barrio, y hasta visitamos el mencionado Castillo de San Jorge, el cual esta bien aunque la gente de Peñíscola seguro que no tiene nada que envidiarle, ya de vuelta y entre pasajeras discusiones entre volver andando o coger transporte público descubrimos un pasacalles donde al parecer, cada barrio mostraba sus colores... y poco más, por no tener apenas si aparecía algún mini (y tan mini) San Antonio y eso que era la fiesta de este santo, y eso sí, se mostraban en diferentes formas la guitarra portuguesa (muy similar a una bandurria), y cuando digo en diferentes formas imaginaros desde sombreros a emblemas casi fálicos... El caso es que ya era tarde, aunque en realidad tampoco tanto, pero ya estábamos agotados y que mejor que un reparador sueño en la cama de látex de un hotel de 5 estrellas (aunque un tanto cutre, sobre todo en el cuarto de baño).
Y ya nos levantamos el Martes 13 dispuestos a seguir descubriendo Lisboa... pero como no quiero aburrir y creo que ya llevo un buen trozo escrito así que voy a dejarme algo para mañana, jejeje.
Ya era lunes y 12 cuando cogíamos el avión con destino a Lisboa, salía a las 15:35 y llegaba a Lisboa a las 15:45, no sé si seréis observadores pero entre las dos horas apenas hay 10 minutos, y es que en Lisboa, como en las Islas Canarias hay una hora menos. Al llegar al aeropuerto nos pusimos en la cola para coger un taxi (allí, como en mi pueblo, el 90% de los taxis son Mercedes... aunque allí tengan más años que la primera película de María Antonia Abad Fernández), al final del viaje 6€ para el taxista que nos dejó en la misma puerta del Hotel de 5 estrellas, todo hay que decirlo, en el que nos alojaríamos los próximos 2 días, gratis, por seguir diciéndolo todo. Una vez dejadas las cosas en el hotel y con el plano que amablemente nos habían dado echamos a andar hacia el centro histórico de la ciudad (el hotel se encontraba en el centro comercial de la ciudad), al principio todo bastante normal, aunque ya habían varias cosas empezaban a llamar poderosamente nuestra atención, por un lado que un altísimo número de vehículos que circulaban por la ciudad eran taxis (Mercedes básicamente), por otro lado el tráfico no era nada del otro mundo, es decir, el tráfico de allí se asemejaba mucho más al que nos pudiéramos encontrar en una ciudad como Murcia que al de una capital de país como es Lisboa y otra de las cosas que nos llamaron la atención era que había banderas de Portugal por todos lados (hasta vimos un edificio prácticamente forrado con la bandera roja y verde de Portugal), en un principio esto lo achacamos al hecho de que se estuviera jugando el mundial, poco más tarde y pese a que el mundial se sigue con igual o más fervor allí (en los autobuses de línea se podía leer en el cartel luminoso de delante "Carris com la seleçao") que aquí, nos enteramos que por casualidades de la vida habíamos llegado a Lisboa... ¡el mismo día de su fiesta nacional! Aunque de eso nos enteraríamos un poco más tarde, cuando preguntamos ya en la zona histórica a una chica en una caseta de turismo en la que se aprovecha para, además de informar, vender diferentes "souvenirs", el caso es que la chica además de decirnos lo de la fiesta nacional también nos ayudó a trazar una ruta para los próximos dos días.
En primer lugar visitaríamos el barrio de Alfama, donde se encuentra el Castillo de San Jorge (o Castelo de San Jorge), aunque antes de visitar el castillo y subiendo la cuesta (y vaya si costaba) nos paramos a eso de las 18:30 en una terraza con un mirador precioso para descansar y tomar algo fresquito, mientras estábamos ahí sentados íbamos viendo como alrededor nuestro, por las calles se iban montando chiringuitos, fuegos a la brasa en el que se asaban pescados (preferentemente sardinas) y carnes varias, y es que esa noche según los lugareños, no se acababa, por lo visto se tiran hasta altas horas de la madrugada, de hecho hay quien amanece comiendo sardinas, el caso es que estábamos tan a gusto ahí en la terracita que, al ver que los de la mesa de en frente se estaban comiendo un extraño bocadillo de algún tipo de carne que no llegué a descubrir cuál era, llamamos al camarero el cual era un poquillo soso, pero nos entendía hablando en español, como casi todo el mundo allí... y es que el portugués es muy sencillo de entender, sinceramente creo que en unos pocos meses yo podría estar hablándolo de vivir allí, claro, el caso es que le dijimos al camarero ese que queríamos cenar (eran aproximadamente las 19:30, lo sé, pronto, pero es que estábamos bien, teníamos hambre y más tarde podríamos comer algo en esas barbacoas callejeras) y nos trajo las cartas, bien, pero yo quería comer ese extraño bocadillo de carne que se estaban comiendo los de la mesa de al lado y así se lo hice saber al camarero, al igual que él me hizo saber que no quedaba más "de eso", así que la primera en la frente. Ya no sé si por vergüenza o por hambre nos quedamos a cenar, mi chica más "pescadera" que yo se comió un bacalao a la brasa (y es que nos habían hablado maravillas de este pescado), yo me comí un entrecot a la brasa de esos que te los comes y dices "bueno, he comido mejores", será que allí el aceite de oliva será algo que cuentan, esta al otro lado de la frontera, el caso es que cerca de las 20:30 ya estábamos cenados y bien cenados, preparados para empezar a dar vueltas, empezar a ver precios, 12 sardinas a 10€, refrescos a 1€, cervezas a 1'5€, y la gente (mayoritariamente joven) comiendo, comiendo, COMIENDO, la verdad es que no me extraña, por esos precios yo todavía estaría en ello. El caso es que estuvimos un buen rato por ese barrio, y hasta visitamos el mencionado Castillo de San Jorge, el cual esta bien aunque la gente de Peñíscola seguro que no tiene nada que envidiarle, ya de vuelta y entre pasajeras discusiones entre volver andando o coger transporte público descubrimos un pasacalles donde al parecer, cada barrio mostraba sus colores... y poco más, por no tener apenas si aparecía algún mini (y tan mini) San Antonio y eso que era la fiesta de este santo, y eso sí, se mostraban en diferentes formas la guitarra portuguesa (muy similar a una bandurria), y cuando digo en diferentes formas imaginaros desde sombreros a emblemas casi fálicos... El caso es que ya era tarde, aunque en realidad tampoco tanto, pero ya estábamos agotados y que mejor que un reparador sueño en la cama de látex de un hotel de 5 estrellas (aunque un tanto cutre, sobre todo en el cuarto de baño).
Y ya nos levantamos el Martes 13 dispuestos a seguir descubriendo Lisboa... pero como no quiero aburrir y creo que ya llevo un buen trozo escrito así que voy a dejarme algo para mañana, jejeje.
To be continued...
16 Dejaron su granito de arena...
Ala ala que bien nos lo pasamos eh!!
A ver cuando os sale un hotelito 5 estrellas por Barcelona.... ejem ejem. (Ika silbando) jajajaja
Besotes!
Espero que pronto Ika, a mi también me gustaría mucho... Y si es gratis hasta en uno de 3 estrellitas así limpito me vale. :-)
TEngo unas ganas tremendas de ir a Lisboa... Y después de leer tu post, más ganas aún!
Pero como es posible q no montaráis en ninguna atracción en la warner???? Ainnnss!! Yo me monté en todas las de emociones fuertes y además, repitiendo!!! jejejeje
Besotes
Repetir no tiene emoción afrodita, ya es diversión, jejeje. Yo ya me había montado en todas la primera vez que fui, así que ya conocía las emociones y a mi novia no le gusta montar... Por cierto, no dejes de ir a Lisboa, la verdad es que merece la pena.
Un blogbesico y gracias por tus continuadas visitas.
Yo no conozco mucho portugal, si tal el norte y el sur.. pero no me quedan muchas ganas de volver.. prefiero mil veces las rias baixas que encima quedan más cerca..
La Warner, la Warner, entré justo la mañana que que se quedaron colgados boca abajo durante horas. Dije ¡Glup!, pero la Katia me dijo que ni glup ni leches, que para dentro. Me gustó pero menos que Port-Aventura :)
En Portugal nunca he estado, aunque mola eso de que ese país tenga bandera :DDD
La Fiesta de San Antonio la has bordao Dammy ;) menos sanantonios cualquier cosa. Lo de los sombreros fálicos ya me he perdido, pero bueno, si es por una fiesta ja, ja, ja ...
Bienvenidos pareja de dos.
Jop! y yo con todas las veces que he ido a Madrid, aun no he tenido tiempo de ir a la Warner :-p
Yo tambien me acuerdo de ti cuando voy a tu tierra, tengo una tia que vive en San Pedro, no se como se llama la calle, pero es un barrio con casitas de planta baja que está por detras de la casa del reloj. Y su hija vive en San Javier, ¡¡vamos, que voy mucho por allí!!
Un besito
suena todo genial!!! qué envidia!
hogart, todo es cuestión de gustos, pero la verdad es que Lisboa es cuanto menos una ciudad curiosa.
johnymepeino, ya tenía yo ganas de tener estas blogconversaciones contigo, hombre. En cuanto a los sombreros fálicos, mmm, digamos que habían sombreros de todas formas y colores...
pequepichona, pues ya me estás avisando cuando vengas la próxima vez, jeje, la verdad es que en mi pueblo lo que prima son las casas bajas, pero por lo que he entendido yo paso por donde vive tu tía prácticamente todos los días (por no decir todos), por lo menos muy cerca.
anire, a ver si tienes la suerte de ir próximamente. ;-)
Magníficas vacaciones, ya se te hechaba de menos!
Saludos!
Muchas gracias por tus comentarios sobre mi blog (entre todos vais a conseguir que me ponga colorada). En un principio no es que tuviera intención de que el blog fuese sobre un tema u otro, sólo que hay veces que las cosas me pueden y no me sale la vena festiva que me gustaría. Ya quisiera yo expresarme tan bien como dices (de hecho, creo que no me estoy expresando bien en absoluto ¿se me entiende?). Bueno, que me alegro de tu viaje a Lisboa (los mejores viajes creo yo que son los que menos se preparan), que estoy con Afrodita, si uno va a la Warner, se monta en todo lo montable, con un par... (menos mal que mi hijo no va a leer esto, con lo cagada que soy, que me mareo hasta en el tranvia...)y que ya que estoy, me voy a dar una vueltecita en tu blog a ver qué tal.
Besos.
Eva.
Me encanta Portugal en general y Lisboa en particular. Ha sido buena elección ir allí. La próxima vez me apunto con vosotros aunque ese aeropuerto le tenga mucho respeto y yuyu. Aterrizar de cabeza en él no me dio mucha alegria, jajaja. Un besote gordote, y a ver si la perreria y la falta de tiempo me deja esta noche escribir sobre Barcelona.
Besotes gordotes.
Miralooooooo él con su hotel de ***** estrellaaaaassss, pero que asqueroso eres venga a restregarnos por nuestras caras alaaaaaaaaaaaaaa.
Muxaxo ya era hora!!!
Estaba acojonada viendo que no volvías y yo amenazaba con el suicidio.....
Que peso me has quitado de encima... uff.
Buenas vacaciones eh Dammy???
Yo digo como Ika, a ver si te pillas algo en mi tierra y nos vemos y si no, en Morella!
Un smuakis!!
Juer! así da gusto, unos hasta arriba de trabajo y otros de viaje, aleeee aleee jajajaja
Sin duda han sido unas vacaciones bloggeras muy merecidas, eres de los que más regularmente postean.
Un saludo!
Barbacoas por las calles, sardinas a la brasa, bebida barata, mmmmmmmmmmm sie es que siempre pensamos en lo mismo, Dammy, siempre estamos igual.... ¿Te vas a Lisboa para eso?....
¿¿¿¿¿¿Y PORQUE NO ME HAS LLEVADO CONTIGO?????¡¡¡¡BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!
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