Mi yaya la Sosa
Mi yaya se fue definitivamente ayer, es como lo que me decían en el cole cuando era pequeño, "los seres vivos nacen, crecen, se reproducen y mueren", solo que en el cole no me decían que los seres vivos también se quieren.
Tenía 92 años, recuerdo cuando tenía unos 70 o 74 que yo andaría entre los 6 y los 10, me gustaba jugar con su arrugada mano, ella me la dejaba quieta, apoyada en su rodilla mientras veía algún culebrón de la época o algún programa matinal y yo jugaba incesante con las arrugas de su ya entonces, vieja mano. Ella vivía en Terrassa desde hacía unos 50 años aproximadamente, antes había vivido en un sitio indeterminado del sur de Murcia, pero Cataluña la acogió junto a su marido y sus 7 hijos (5 mujeres y 2 hombres), ahora tiene multitud de nietos catalanes y uno que aunque nació y quiere a Cataluña, vive y se gana la vida en la tierra que ella una vez se vió obligada a dejar por motivos básicamente económicos, ironías del destino...
La última vez que la ví, hará cosa de 4 o 5 semanas, estaba tumbadita en la cama, era curioso le preguntabas por todo el mundo y ella te respondía (entre otras cosas) con un "es muy bueno", seguro que le llego a preguntar por Bush y me hubiera dicho "es muy bueno", que graciosa. Lástima que una enfermedad la degenerara tanto, tenía muchas ganas de vivir todavía con 92 años, vaya, que le dan un cuerpo de niña y se tira otros 92 años ahí, al pie del cañón. En Noviembre sufrió una recaída muy importante, tanto que me llamaron por teléfono para decirme que me fuera haciendo a la idea de que posiblemente, en los próximos días podría morir (sabe mi novia lo que lloré), estamos a 24 de Febrero, en fin, ojalá todo el mundo tuviera esas ganas y esos ánimos por vivir, por apreciar algo que tan solo se nos da una vez en la universalidad de los tiempos y que es simple y llanamente que la vida.
Muchas gracias yaya, por haberme querido, por haberme cuidado, por haberme dado de comer gachas y por dejarme jugar con tu mano, gracias por haber sido mi querida yaya la Sosa.
Tenía 92 años, recuerdo cuando tenía unos 70 o 74 que yo andaría entre los 6 y los 10, me gustaba jugar con su arrugada mano, ella me la dejaba quieta, apoyada en su rodilla mientras veía algún culebrón de la época o algún programa matinal y yo jugaba incesante con las arrugas de su ya entonces, vieja mano. Ella vivía en Terrassa desde hacía unos 50 años aproximadamente, antes había vivido en un sitio indeterminado del sur de Murcia, pero Cataluña la acogió junto a su marido y sus 7 hijos (5 mujeres y 2 hombres), ahora tiene multitud de nietos catalanes y uno que aunque nació y quiere a Cataluña, vive y se gana la vida en la tierra que ella una vez se vió obligada a dejar por motivos básicamente económicos, ironías del destino...
La última vez que la ví, hará cosa de 4 o 5 semanas, estaba tumbadita en la cama, era curioso le preguntabas por todo el mundo y ella te respondía (entre otras cosas) con un "es muy bueno", seguro que le llego a preguntar por Bush y me hubiera dicho "es muy bueno", que graciosa. Lástima que una enfermedad la degenerara tanto, tenía muchas ganas de vivir todavía con 92 años, vaya, que le dan un cuerpo de niña y se tira otros 92 años ahí, al pie del cañón. En Noviembre sufrió una recaída muy importante, tanto que me llamaron por teléfono para decirme que me fuera haciendo a la idea de que posiblemente, en los próximos días podría morir (sabe mi novia lo que lloré), estamos a 24 de Febrero, en fin, ojalá todo el mundo tuviera esas ganas y esos ánimos por vivir, por apreciar algo que tan solo se nos da una vez en la universalidad de los tiempos y que es simple y llanamente que la vida.
Muchas gracias yaya, por haberme querido, por haberme cuidado, por haberme dado de comer gachas y por dejarme jugar con tu mano, gracias por haber sido mi querida yaya la Sosa.
6 Dejaron su granito de arena...
Bonito homenaje, a una persona tan especial.
Muy bonito. Gracias por tu felicitación y por visitar mi blog
Dammy que te digo?
Creo que nada, solo mandarte de vuelta ese abrazo cibernético que me llegó hace dos diás.
Un besito.
¡Oyó! ;-)
Es muy triste cuando una persona a la que queremos se nos va, pero mientras la tengamos en nuestro corazón seguirá con nosotros.
:)
Lo siento por la pérdida de tu yaya la Sosa.
Es un bonito homenaje y te mando un abrazo para que en lo que pueda, esa pérdida sea más llevadera...
P'alante, amiguete.
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